jueves, 31 de mayo de 2012

Y de repente llega alguien, esa persona que nunca imaginaste,y te dice que aflojes.Y solo cuando aflojas, es cuando te das cuenta de las cosas: que hoy es martes trece, que detrás de todas esas botellas de alcohol, hay una foto de recuerdo, y de que ahora mismo, esa persona que tienes delante, dejaría todo por escaparse a tu lado.

Decepción.

Es ver que te has convertido en eso que decías que jamás serías, y que siempre criticabas.

miércoles, 30 de mayo de 2012

C-A-R-A

Una nueva etapa de mi vida, una nueva oportunidad de ser feliz, de olvidar todo el daño, y centrarme en lo bueno de las cosas. 
Cuando terminas una relación, y esta acaba mal...te repites a ti misma una y otra vez que no vas a pasar por lo mismo, que no quieres más líos, y que sola, se está mejor. Se te quitan las ganas de luchar por ese príncipe azul que desde chica soñabas con él, ese que vendrá, y te despertará con un beso de la pesadilla de los príncipes de otros colores.
Pero, de repente, aparece alguien. Alguien que con sólo dos o tres días a tu lado, consigue hacerte sonreír. Alguien que tiene las palabras perfectas en el momento perfecto. Alguien que hace que cambies ese pensamiento, y pienses que vale la pena intentarlo.
Esto siempre tiene un riesgo...puede que salga bien, o puede que salga mal...y tengas que volver a pasar por lo mismo, otra vez. 
Tenemos que plantearnos de verdad si consideramos que merece la pena intentarlo, aunque podamos fallar...o no intentarlo siquiera, y quedarnos con la duda de lo que podría haber pasado.
Por eso, yo ya he elegido. He elegido que si sale cara, sale bien. He elegido que seas tú la persona que me diga te quiero al acostarme, y que me despierte con un "buenos días, princesa". He decidido que seas tú quien me quiera, tal y como soy...quien me haga feliz y a quien yo poder hacer feliz. 
Y sinceramente, creo que esto no va a salir mal...Creo que después de tantos fracasos...Alguna vez tiene que venir lo bueno...y creo que lo tengo delante de mi. 
Sí, merece la pena levantarse todos los días con una sonrisa gracias a él, y merece la pena exponerse por ello a que vuelva a salir mal. Lo importante no es ni el principio ni el final, es el recorrido juntos.
Por eso, yo he elegido que llueva todos los días de mi vida.