miércoles, 8 de agosto de 2012

Los muñecos de Cádiz.

"Hoy de nuevo ha vuelto a desnudarse, y a enfrentarse a todos sus complejos. Hoy de nuevo ha vuelto a derrumbarse, al mirarse a su maldito espejo. Se avergüenza de su propio cuerpo, hace lo imposible por adelgazar. Lleva años siguiendo una dieta, y ya no recuerda ni el sabor del pan. Suele decir que se odia a sí misma por culpa de su talla. No le gusta salir, ni jamás en la vida la verás en la playa. Y se encierra en su mundo, en su cas metía porque dice que siente que la gente la mira. Su carácter cambió, hace tiempo perdió a todas sus amigas.
Hoy se atreve y sale a la calle, como siempre, sola. Aunque intenta animarse, vuelve a desesperarse cuando llega el calvario de comprarse ropa. Hasta el alma le pesa, ya le fallan las fuerzas y se cansa enseguida.
Vuelve a casa impotente, con el llanto de siempre y las manos vacías. No le gusta, ni quiere estudiar, no tiene alicientes para trabajar. Hasta incluso ha llegado a pensar que no vale pa'ná... La familia la intenta ayudar, su madre la pobre no puede hacer más. Pero ella está sorda, ya no quiere luchar, hace tiempo que todo lo tiró por la borda. Con la vida en un hilo, pesa 40 kilos y aún se cree que está gorda."


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