Puede sonar un poco ilógico, ¿no?
O puede también que sea la consecuencia de tantos intentos en vano. De dar mucho y recibir poco. De esperar vientos y recibir malas tempestades. De recibir muchas cosas materiales, y pocas sentimentales. Porque, otra cosa que no me cansaré nunca de repetir...Para mí, el mejor regalo no es un anillo de diamantes ni un ramo de rosas regalado un día puntual, pongamos como ejemplo el día de San Valentín, yo prefiero que me saques sonrisas todos los días, levantarme con tus "buenos días, princesa.", que me digas a cada segundo todo lo que me quieres, y me hagas sentir que soy muy importante para ti. Y si me tienes que hacer un regalo, que sea algo importante, especial para los dos...con un significado.
Y sí, puede que parezca la típica niña caprichosa que no tiene claro lo que quiere. Pero has de saber que aunque no lo demuestre todo lo que debería, si dejo que entres en mi vida... es porque no quiero que te vayas nunca de ella.
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