miércoles, 6 de junio de 2012

cerraría cada puerta, para que no pudieras salir.

Te regalo mi cintura. Y mis labios, para cuando quieras besar. Te regalo mi locura, y las pocas neuronas que quedan ya. Mis zapatos desteñidos, o el diario en el que escribo...te doy hasta mi suspiro, pero no te vayas más.
Te regalo mis silencios. Te regalo mi nariz. Yo te doy hasta mis huesos, pero quédate aquí.
Eres tú, amor, mis ganas de reír. El adiós que nunca sabré decir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario